Mientras escuchaba distraídamente el disco «Memorial» de Don Drummond, la delicada canción «Dearest» contrastó tanto con el fondo de vigorosos instrumentales ska con los Skatalites que lo hicieron célebre que tuve que levantarme para volver a pincharla (una y) otra vez hasta averiguar qué diablos era eso que me resultaba tan familiar pero que tenía la certeza de nunca haber escuchado antes.
Resultó que la familiaridad se debía, por un lado, a que se trataba de una composición de Bo Diddley -con cierto aire de familia con la irresistible «Crackin’ Up«- y, por otro, a que era una versión de Mickey and Sylvia -que evoca irremediablemente su inmortal «Love is Strange» (por cierto, también compuesta por Diddley)-. Pero esas voces, ese trombón y esa evocadora guitarra -por no hablar de esa dulce manera de tocar R&B yanqui propia de la música jamaicana anterior al reggae- conseguían ese característico milagro pop mediante el cual una tópica letra de amor y una tonadilla aparentemente inocua consiguen evocar un lugar o un estado de ánimo fuera del tiempo en el que, por un momento, desearías vivir para siempre.
De Dotty y Bonny apenas nada se sabe. Grabaron éste y algún otro tema para Duke Reid y se esfumaron para siempre.
Notas:
– Aunque se suele considerar a Mickey and Sylvia «one-hit-wonders», Mickey Baker es reverenciado en según que círculos como uno de los grandes guitarristas de la música popular, participó como músico de sesión en muchísimos clásicos R&B, y es autor del curso de referencia «Complete Course in Jazz Guitar» ; y Sylvia Robinson pasaría a la historia -entre muchas otras cosas- como creadora de una de las mejores canciones de la era disco («Shame Shame Shame«) y como fundadora de Sugarhill Records (y, por tanto, madre del hip-hop). Poca broma.
– Y su versión del tema es también preciosa:
– Hay también una excelente versión de Buddy Holly (de las «Apartment Tapes«):