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Grant Hart (1961-2017)

 

huskerA los 16 años pasé una temporda en un minúsculo pueblecito del norte de Wisconsin estudiando el último curso de bachillerato. Era el único extranjero en centenares de millas a la redonda, un adolescente acneico aislado con una familia de acogida disfuncional entre hermosísimos lagos helados e interminables bosques de arces. La música me salvó.

El pelo todavía húmedo se congelaba mientras esperaba el autobús escolar, en el que la larga ronda por carreteras solitarias de nombres tan poéticos como Blue Moon Drive, era amenizada desde el asiento de atrás por los chicos malos del instituto con un radio-cassette desde el que atronaban los clásicos punk de siempre –Clash, Pistols, Kennedys y compañía- junto a decenas de bandas entonces desconocidas para mí pero que me abrieron un nuevo universo musical. Recuerdo que sonaban con frecuencia el “Chronic Town” de REM, el “Stink” de los Replacements, los debuts de Jane`s Addiction y Beastie Boys … y el “Warehouse. Songs and Stories” de Hüsker Dü.

Además de integrarme en las cerradísimas pandillas (de inadaptados) de un instituto de solo 250 alumnos, esa música nueva me mostró que no todo lo bueno había pasado décadas atrás (el rock and roll, la Velvet, el punk). Había música vital que me hablaba de tú a tú, hecha en ese preciso momento por gente de mi edad o poco mayor.

En los años siguientes asistí al triunfo primero subterráneo y luego global de esa música independiente. Compré cantidades inconfesables de discos, leí religiosamente el Ruta 66, vi a Pavement en su primera gira en el KGB, a Sonic Youth y Beck en Le Zenith, y a Nirvana en Montjuic.  Seguí rastros musicales que me llevaron a tiempos y lugares lejanos.

Uno de esos rastros empezó en aquel autobús amarillo con aquella cinta de Hüsker Dü.

Gracias, Grant Hart.

Nota:

Aquí y aquí pueden leer dos buenos obituarios:

 

 

 

Miniaturas Pop

 Los Clash tenían la teoría de que la canción perfecta debía durar alrededor de tres minutos. Al grabar “Armageddon Time” pidieron al técnico que les avisase cuando se acercasen a ese tiempo para evitar superarlo. El aviso llegó cuando estaban totalmente metidos en la canción y no tenia sentido cortarla abruptamente y por eso se oye a Strummer cantar “Okay, Okay, don’t push us when we’re hot!” y continuar con el tema. 

Debido a que la técnica impedía que la duración de un single superase los tres minutos y medio; y la propia estructura de los éxitos pop requería un mínimo de repeticiones del estribillo para que el tema calase en la gente, una gran parte de las canciones clásicas de la era anterior a los lps duraban efectivamente entre algo más de dos minutos y algo menos de tres y medio. 

Pero la lista de reproducción de hoy está dedicada precisamente a esas otras canciones (descartando las miniaturas del punk y aledaños que por su abundancia merecerían una entrada aparte) que, sin superar los dos minutos, se han convertido en clásicos “pop” de pleno derecho. 

 

“Words of Love”- Buddy Holly (1957) 

Buddy tenía el don de la concisión y tiene bastantes grandes canciones realmente cortas, pero de las míticas sólo ésta (y “Reminiscing”) bajan de los dos minutos. 

 

“Stay”- Maurice Williams & The Zodiacs (1957) 

Uno de los grandes clásicos de los años 50, muchas veces versionada pero nunca mejorada. Un minuto y medio de glorioso pop. 

 

“The Letter”- Box Tops (1967) 

El inicio de la carrera de Alex Chilton, antes de formar Big Star, cuando parecía que se podría convertir realmente en una Gran Estrella. 

 

“Cool Operator”- Delroy Wilson (1972) 

El título se refería en realidad a su amor no correspondido pero acabó convirtiéndose en el apodo de uno de los más grandes cantantes jamaicanos. Un clásico. 

 

“Um oh e um ah”- Tom Zé (1973) 

Sólo un fuera de serie puede hacer una canción inolvidable únicamente con “ohs” y “ahs”. Su recopilatorio en la serie “Brazil Classics” de Luaka Bop es uno de mis discos favoritos de todos los tiempos. 

Por cierto, la portada del disco «Todos os olhos», donde se publicó originalmente, es un primerísimo plano de un ano con una canica insertada que milagrosamente sorteó la censura de la dictadura brasileña.

 “When you find out”- The Nerves (1976)

 Un pequeño clásico power pop cortesía de Paul Collins, Peter Case y cía. 

 

“Never going back again”- Fleetwood Mac (1977) 

En uno de los discos más vendidos de todos los tiempos se esconde esta pequeña joya por la que siempre he sentido tal debilidad que hago la trampilla de pasar por alto los segundillos que  pasa del tiempo reglamentario en algunas ediciones. 

 

“Fragile”- Wire (1977) 

Uno de los temas más sentidos del inmortal “Pink Flag”. 

 

“Final Day”- Young Marble Giants (1980) 

Un calmante  para la resaca punk. 

 

“Themselves”- Minutemen (1984) 

Los hombres-minuto se llamaban así por una razón. En el mítico “Double Nickels on the Dime” del que sale este tema, había nada menos que 43 fantásticas canciones de las cuales solo una quinta parte superaban los dos minutos. 

“Never talking to you again”- Hüsker Dü (1984)

Y sus compañeros de escudería, pese a su fama de duros, siempre tuvieron su lado romántico, que pocas veces manifestaron tan abiertamente como en esta sentida canción.

“Johnsburg, Illinois”- Tom Waits (1985) 

Una de esas miniaturas, con frecuencia instrumentales, que Waits mete a veces en sus discos. 

 

“Five Sticks”- Camper Van Beethoven (1986) 

Nunca conseguí entender una palabra de lo que decían pero la música es increíblemente evocadora. Al preparar esta entrada me he enterado de que la parte cantada está reproducida al revés (existe en youtube la versión “backwards”, todo un hallazgo) 

 

 “Zurich is Stained”- Pavement (1992) 

Uno de los momentos más plácidos de su imprescindible debut. 

 

“Love is like a bottle of gin”. Magnetic Fields (1999) 

En un disco tan inagotable como “69 Love Songs” había varias candidatas posibles, pero he optado finalmente por esta meditación sobre las similitudes entre el amor y una botella de ginebra (que no al revés). 

 

Nota:                                                                

-Lista completa en spotify: Miniaturas Pop

-Lista en grooveshark (en bruto, con bastantes extras que no pasaron a la selección final y sin «Five Sticks»): http://grooveshark.com/#!/playlist/Miniaturas/92395467

Bo Diddley Beat

Bo Diddley-

Bo Diddley, pese a ser uno de los gigantes de la música negra del siglo XX, fenomenal guitarrista y cantante, compositor de un cancionero a la altura del de Leiber y Stoller o el de Chuck Berry y principal responsable –junto a James Brown- de la recuperación del énfasis rítmico característico de la música negra  en la música pop, suele ser recordado únicamente como el creador del ritmo “Bo Diddley”. Sus contribuciones son mucho mayores*, pero incluso esa única “invención” debería bastar para asegurarle la inmortalidad.

Bo Diddley- “Bo Diddley” (1955)

Fantástico video de época con Bo y Jerome interpretando el tema que fue la cara A de su primer single (en la B estaba el inmmortal “I’m a man” que luego se apropió Muddy Waters).

“Calling all Cows”- The Blues Rockers (1955)

Frente a las habituales lecturas alegres del ritmo, vale la pena recuperar esta hipnótica canción de los olvidados Blues Rockers que tiene un regusto triste y perezoso que la hace muy especial. En el excelente recopilatorio “Southern Rhythm Rock. The Best of Excello Records vol. 2” la definen como “Bo Diddley atiborrado de calmantes”.

“Not Fade Away”- Buddy Holly (1957)

Tras versionar “Bo Diddley”, Buddy Holly consideró que dominaba los secretos de ese ritmo lo suficiente como para componer uno de sus grandes éxitos a partir de él.

 “Willie and The Hand Jive”- Johnny Otis (1958)

El multifacético John Alexander Veliotes lo utilizó como base para su mayor éxito, y repitió el truco ese mismo año con el estimable “Crazy Country Hop”.

“Storm Warning”- Mac Rebennack (1957)

Aviso de tormenta. Un amenazador instrumental de un bisoño Mac Rebennack – antes de construir su personaje  de Dr. John – demostrando que se defiende igual de bien a la guitarra que al piano. Le acompaña la flor y nata de la escena musical de Nueva Orelans de la época (Allen Toussaint, Lee Allen, Red Tyler…)

“(Marie’s the Name) His latest Flame- Elvis Presley (1961)

Camuflado de pop –como haría muchos años después George Michael con su “Faith”- aquí tenemos de nuevo el ubicuo ritmo.

“You Can’t Judge A Book By The Cover”- Bo Diddley (1962)

Una de mis favoritas del cancionero de Ellas McDaniel.

“Mona (I Need You Baby)”- The Rolling Stones (1964)

Y los maestros en adaptar la música negra para la juventud blanca no podían tardar en versionar a Bo (con el mismo ritmo, también hicieron el “Not Fade Away” de Buddy Holly). La incluyeron en su primer lp en Inglaterra.

“Mystic Eyes”-Them (1965)

Uno de los clásicos por excelencia de la infravalorada primera banda de Van Morrison. Posiblemente su más salvaje grabación.

“I Want Candy”- The Strangeloves (1965) 

El ritmo también sirvió como base de este pequeño clásico de la música garajera.

“Magic Bus”- The Who (1968)

Los Who tomaron el ritmo y actualizaron su mensaje a la era psicodélica.

“Hateful”- The Clash (1979)

Aunque no sea evidente, tanto esta canción como “Rudie Can’t Fail” están basadas en el ritmo del abuelo Bo.

“How Soon Is Now”- The Simths (1984)

Y hasta un grupo tan inmune a los encantos de la música negra como los Smiths, recurrió al ritmo de marras en este tema, muy apreciado por sus fans.

“Hare Krsna”- Husker Du  (1986)

En su ambicioso primer disco doble cabía todo, incluso una particular revisión del ritmo de Bo Diddley, oculta tras su característico manto de ruido guitarrero.

 “Desire”- U2 (1988)

U2 en pleno trip de fascinación por la América profunda.

“Screwdriver”- The White Stripes (1999)

La antepenúltima apropiación de un ritmo que, a estas alturas, ya debería ser patrimonio inmaterial de la humanidad.

Nota:

Lista completa en grooveshark: http://grooveshark.com/#!/playlist/Bo+Diddley+Beat/91340030

y en spotify: bo diddley beat

* Para una refutación completa del mito de que era hombre de una sola idea, nada mejor que escuchar de cabo a rabo y sin prejuicios la maravillosa “Chess Box” de Diddley y leer el fantástico ensayo de Robert Palmer (el crítico, no aquel romanticón pelma que contribuyó a amargarnos los 80) que la acompaña y en el que repasa la historia de este conjunto de ritmos desde África hasta la guitarra de Diddley y las maracas de Jerome (pasando por la habanera y los instrumentos de una sola cuerda-diddley bows!- de las plantaciones). El ensayo también aparece en “Blues & Chaos” (Scribner, 2009), la excelente recopilación de escritos de Palmer, que junto a sus clásicos “Deep Blues” y “Rock and Roll. An Unruly History” no debería faltar en ninguna biblioteca rockera que se precie.

Amaneceres

Con la excusa del cambio de estación, he seleccionado un puñado de canciones relacionadas con la esperanza que puede traer un nuevo día , un nuevo año o una nueva era. Ideal para los que sufran de astenia primaveral.

“A Brand New Day”- Van Morrison (1970)

El sol de la mañana trae la paz a nuestro gruñón bardo tras un pasado de dolor y sufrimiento.

 “New Morning”- Bob Dylan (1970)

Un Dylan feliz celebrando las alegrías de la vida sencilla

“(The dawning of a) New Era”- The Specials (1979)

Una gran banda capaz de hacer desde excelentes versiones de clásicos jamaicanos hasta estupendos temas propios como éste (o el colosal “Ghost Town” que se convirtió en la banda sonora oficiosa de la cara oscura de la era Thatcher). Los pareados de esta historia de amor suburbano son dignos del “yo-sólo-vine-a-comprar-pan-y-me-enseñasteis-el-Corán” de Siniestro Total: “I met a girl from area six/She told me that she worked in a chicken factory”

“Year 1”- X (1981)

El mundo que evoca la letra es bastante sombrío y contrasta fuertemente con el entusiasmo con que se la ventilan en minuto y medio. (Las versiones que salen en youtube son horrendas. Puede escucharse en la lista de grooveshark o, mejor aún, comprando su excelente disco «Wild Gift»)

“Me sueltan mañana”- Ilegales (1982)

Las profundas meditaciones de un preso en su última noche en la cárcel anticipando la venganza y otros dulces placeres de la vida en libertad:

“ Saldré a la calle, respiraré libre,  cerveza esperando, me subiré a los árboles… Cuando llegue mañana voy a sentirme bien pero sé de algún chivato que va a tener que correr”

“New Day Rising”- Hüsker Dü (1985)

Quizás la canción con la letra más sintética de la historia. Un mantra de tres palabras repetidas sin cesar sobre un fondo de sucias -e inolvidables- guitarras.

“A New Day”- Mary Margaret O’Hara (1988)

Queda para el final la canción que me dio la idea inicial para este “post”.

 Nota:

Resultaron finalistas  el “New Age” de Velvet Underground y el “Watch the Sunrise” de Big Star pero, finalmente, no me parecieron lo suficientemente alegres. El link de la lista en grooveshark  (con esas dos bonus tracks pero sin la de van): http://grooveshark.com/#!/playlist/Amaneceres/84567234