Siempre es arriesgado ir a ver una banda de las que realmente han significado algo para ti pero cuyo momento de gloria quedó atrás. El inmortal “Entertainment” -y, en menor medida, “Solid Gold”- ampliaron las fronteras de la música popular y continúan sonando frescos casi cuatro décadas después (además de haber marcado decisivamente a buena parte de la música alternativa posterior).
Sabía que ya sólo quedaba uno de los cuatro miembros originales –Andy Gill- y que “la banda de cuatro” era ahora “la banda de uno”. Pero el grupo continúa en activo y había leído reseñas positivas de conciertos recientes así que esperaba encontrar al menos una banda rodada y solvente que defendiese con profesionalidad un legado histórico y lograse satisfacer las modestas expectativas de nostálgicos y curiosos.
No fue así. Un volumen absolutamente atronador dominado por una sección rítmica paquidérmica y descoordinada, un lamentable vocalista dando saltitos por el escenario con su melódica y su pandereta, y un Andy Gill oculto tras unas gafas oscuras sacando con desgana acoples de su otrora poderosa guitarra.
Un engrudo sónico ensordecedor sin absolutamente ningún matiz. Ni rastro de los juegos de voces ni de las sutilezas rítmicas característicos de sus mejores discos, sólo la tristeza de ver masacrados temas como “Anthrax”, “Not Great Men” o “Damaged Goods” (que intentaron sin éxito que el público corease).
Una experiencia literalmente dolorosa –por más que nos alejásemos del escenario- que nos obligó a abandonar la sala sin mirar atrás mientras destrozaban “I love a man in a uniform”.
Breve recopilación de canciones sobre enfermedades excluyendo – por su ubicuidad en la música pop- las afecciones cardíacas.
“El paralítico”- Trio Matamoros (1930)
Si estás postrado en un sillón, no te extirpes el trigémino, bota la muleta y el bastón y podrás bailar el son.
Inspirada por un médico español que estafó a cubanos con una supuesta cura para la parálisis consistente en extirpar el trigémino. La melodía recuerda bastante a otro clásico del mismo trío: “El Ciclón”
“TB blues”- Jimmie Rodgers (1931)
Nuestro ferroviario favorito murió de tuberculosis a los 36 años y ésta es una de sus meditaciones sobre su fatal destino.
“Fever”- Little Willie John (1956)
Sigue siendo la mejor versión, a años luz de Elvis y Peggy Lee. Un cantante excepcional con acusada querencia por las metáforas médicas (estuve a punto de incluir las estupendas “Spasms” y “My nerves”).
“Rockin’ Pneumonia and the boogie woogie flu”- Huey “Piano” Smith & The Clowns (1957)
Infravalorado por su carácter juerguista y desenfadado, Huey “Piano” Smith es un grande del rhythm&blues/proto-rock’n’roll de Nueva Orleáns.
“High blood pressure” ”- Huey “Piano” Smith & The Clowns (1958)
… al que le subía la tensión cada vez que su amor se le acercaba.
“Psychotic Reaction”- Count Five (1966)
Si quieres saber como se evoca musicalmente un brote psicótico causado por el desamor, no hace falta buscar más. Uno de los grandes clásicos del punk de los 60.
“19th Nervous Breakdown”- The Rolling Stones (1965)
…y si se quiere abundar en el tema mental, siempre queda el “19th Nervous Breakdown” de los Rolling Stones (o el “Manic Depression” de Hendrix, o el «Schizofrenia» de Sonic Youth)
“T.B. Sheets”- Van Morrison (1967)
Con poco más de veinte añitos, entre Them y “Astral Weeks”, Van Morrison grabó unas extrañas sesiones para Bang de las que salió tanto su mayor éxito, “Brown Eyed Girl”, como este asfixiante blues sobre su malestar físico al asistir al lecho de muerte de una chica (¿ su amante?) tuberculosa.
“Constipation blues”- Screaming Jay Hawkins (1969)
Estremecedora canción sobre el auténtico dolor que, para S.J. Hawkins, no lo causa el desamor ni el estar si un duro sino ¡el estreñimiento!
“Fever”- Horace Andy (1972)
Los más jóvenes posiblemente lo asocien a Massive Attack, pero Horace Andy lleva ya mucho tiempo grabando excelentes canciones reggae (otra de mis favoritas aparece en el playlist “Pastuqui para todos”).
“Breakdown”-The Buzzcocks (1976)
Uno de los cuatro temas del mítico EP “Spiral Scratch” (uno de los candidatos más sólidos a primer disco punk) con Howard Devoto poniendo su desquiciada voz a la historia de un hombre a punto de desmoronarse mentalmente:
“Anthrax”- Gang of Four (1977)
El imponente feedback que abre la canción es necesario para que el mensaje cale: “El amor te agarrará como un caso de ántrax, y eso es algo que no quiero pillar”. A la banda de los cuatro le gustaba tratar temas serios (capitalismo, explotación,…ese tipo de cosas) y se preguntan aquí por qué el pop está tan centrado en el amor.
“Mercury Poisoning”- Graham Parker (1979)
El mercurio que envenenaba a Parker no era otro que la compañía para la que trabajaba, Mercury. Un clásico del sub-género “me cago en mis jefes”.