
Al llegar a casa tras enterarme de la muerte de Prince, en vez de pinchar los discos que más me gustan de él (“Dirty Mind“, “Purple Rain” y “Sign of the times“) me decidí por uno que tenía menos oído (“The Gold Experience“) y me sobrecogió escuchar -entre “Endorphinemachine” y “Shhh“- una voz femenina que dice en perfecto español:
“Prince está muerto. Prince está muerto. Que viva para siempre el Poder de la Nueva Generación“