Categoría: playlist

Bailarsobrearquitectura. La gramola

La idea inicial era recopilar mis 50 canciones favoritas, pero enseguida vi que eso iba a ser imposible y acabé montando una lista de reproducción indecentemente larga (va por 12 horas y no estoy seguro de poder cerrarla definitivamente algún día) con canciones muy queridas pero que debían respetar las siguientes reglas:

– Una sola canción por artista (aunque no puede resistir hacer dos o tres excepciones)

– Canciones que puedan escucharse de fondo pero que se disfruten aún más prestando atención. Ideal para poner mientras cocinas, mientras tomas algo tranquilamente con tu señora o con unos amigos, o para un largo viaje.

– Debe poder reproducirse aleatoriamente sin provocar sobresaltos. Por lo tanto, ni Sonic Youth, ni Ornette, ni Stooges.

– Variedad estilística, sensibilidad pop. Hay canciones pop, country, reggae, dub, Rocksteady, calypso, gospel, R&B, shanties, highlife, soukous, doo-wop, blues o jazz pero todas ellas pueden ser escuchadas como pop.

La he escuchado con frecuencia estas últimas semanas y estoy bastante contento con la ecléctica mezcla que ha salido así que he decidido compartirla por aquí por si a alguien le interesa.

Aprovecho para desearos a todos unas felices fiestas y un buen 2022.

De los beats al punk en un paso

Al explorar el estupendo recopilatorio que Rhino dedicó hace ya unos años a “The Beat Generation” en el que se mezclan recitales poéticos de los popes del movimiento con temas musicales de varios géneros afines, me tropecé con las raíces de una de mis canciones favoritas de la era punk. Juzguen ustedes mismos la alucinante similitud -título, estribillo, espíritu- entre estos dos himnos generacionales. Del beat al punk en un paso.

Bob McFadden and Dor- The Beat Generation (1959)

Richard Hell and the Voidoids- “The Blank Generation” (1977)

Medio llena o medio vacía

Una de mis canciones favoritas de Los Lobos es “I got loaded” , una versión del clásico de 1965 de Lil’ Bob and the Lollipops a mayor gloria del desenfreno alcohólico que abría la segunda cara de su disco “How will the Wolf survive?”.

La mucho más conocida canción del mismo nombre que grabó Peppermint Harris en 1951 nos muestra la otra cara de la botella: el arrepentimiento tras una noche de farra –la enésima- que podría significar el fin de una relación.

Un título común, dos puntos de vista opuestos, dos clásicos del rhythm&blues.

 

 

 

 

Dos Rastas sin abuela

Hoy toca compartir dos de esos temas exageradamente auto-afirmativos que a veces nos regalan los jamaicanos y que siempre ayudan a levantar el ánimo:

«The toughest«- Peter Tosh (1965)

De la época en que todavía era un Wailer a las órdenes de Coxsone Dodd en Studio One, rescato esta canción:

«Anything you can do, I can do it better
I’m the toughest (I’m the toughest)
And I can do what you can’t do
You’ll never try to do what I do
I’m the toughest (I’m the toughest)

Stop from doing wrongs
Change your foolish plans
Stop from doing wrongs
Live up like a man
I’m the toughest
I’m the toughest

Now my little brothers
You got to be good
Do what’s right, yeah
Don’t be bad minded
Take what’s yours
And there’ll be no fuss or fight»

«The hardest fighter«- Little Roy (1971)

Una de mis canciones reggae favoritas con ese contraste entre una letra increíblemente positiva y una interpretación vulnerable y melancólica. Busquen su disco «Tafari Earth Uprising».

«Imitation won’t live long/Origination will be strong strong strong»

 

Luces de ciudad

La ciudad por la noche son esas luces que anuncian poco recomendables antros o forman un bello perfil luminoso que nos indica el camino a casa.

«Bright Lights, Big City«- Jimmy Reed (1961)

El bluesman más relajado de todos sufre porque las luces de la ciudad «se subieron a la cabeza de su chica» e intenta advertirle de que la llevarán a la perdición. Es también muy recomendable la desgañitada versión de un bisoño Van Morrison con los nunca suficientemente reivindicados Them.

«Harbor Lights«- Elvis Presley (1954)

En este pequeño clásico de los años 30 -lo primero que  grabó Elvis nada más pisar los estudios Sun de Memphis- las luces del puerto que una vez anunciaron el reencuentro con la amada marcan ahora la separación definitiva.

«City Lights«- Ray Price (1958)

Hermoso tema country -cortesía del gran Ray Price- que asocia llas luces con los antros a los que acude la gente con el corazón roto.

«Dallas»- The Flatlanders (1972)

¿Has visto alguna vez Dallas desde la ventanilla de un DC-9 por la noche?

«City Lights» – Lou Reed  «(1979)

Una oda a Chaplin rescatada de un disco menor de Lou Reed («The Bells») al que llevo enganchado una buena temporada (sobre todo a la inolvidable «All through the night» co-compuesta con Don Cherry) .

«New York Skyline» – Garland Jeffreys (1977)

El único músico tan perdidamente enamorado de Nueva York como su amigo Lou Reed compuso esta hermosa canción a mayor gloria de la silueta nocturna de su ciudad.

«Downtown Lights»- The Blue Nile (1989)

La canción más memorable de su disco «Hats».

«Big City» – Spacemen 3 (1991)

«Gran ciudad, luces brillantes, gente «cool», todos mis conocidos están allí» (una inversión total de la canción de Jimmy Reed). Spacemen 3 ya no eran a estas alturas un grupo más que en el nombre y hasta se habían repartido las caras del lp para no tener que verse las suyas. Aún así, crearon un gran disco («Recurring») que se abre con este clásico (que hasta los Simpson utilizaron en uno de sus episodios psicodélicos)

Un café y me voy

De camino al trabajo, mientras escuchaba una antología de éxitos de música country (el volumen correspondiente a 1961 de la fantástica serie «Dim Lights, Thick Smoke and Hillbilly Music«),  di un respingo al reconocer una letra que me resultaba extrañamente familiar pero cuya melodía era nueva para mi. Miré el título en el ipod y vi que se trataba de la lacrimógena «I’ll Have Another Cup of Coffee (Then I’ll Go)» del semi-olvidado Claude Gray, en la que un hombre cuenta su última visita a esa casa familiar a la que ya no podrá volver tras el divorcio que está a punto de consumar. Trae la pasta que le ordenó el abogado y quiere pasar a besar a sus hijos mientras duermen y tomar una última taza de café «dulce y cálida» como el amor que sentía al abrazar a su (ex) esposa.

Tras descartar el «One More Cup of Coffee» de Bob Dylan, caí en la cuenta de que se trataba de la alegre tonada «One Cup Of Coffee» que cantaban unos bisoños Bob Marley y los Wailers a un ritmo mucho más acelerado que me había impedido hasta la fecha fijarme en su triste trasfondo.

Aunque son muy frecuentes las versiones jamaicanas de éxitos pop o soul norteamericanos, dice mucho de la falta de prejuicios musicales de Bob Marley que se animase a versionar este éxito country.

Blues hablados

El blues, además de cantado, puede ser hablado, aunque entonces de blues le quede poco más que el nombre. Los “talking blues” se acercan más al country o al folk blanco que a lo que generalmente entendemos como blues (aunque éste sea algo tan difícil de definir). Yo me los encontré por primera vez entre los primeros discos de Bob Dylan, que los aprendió de Woody Guthrie (y John Greenland ) quien, a su vez, se inspiró en el olvidado Christopher Allen Bouchillon. Estos son algunos de mis favoritos:

Smoke Smoke Smoke (that cigarette)”-Tex Williams (1947)

El gran Merle Travis y Tex Williams compusieron al alimón esta hilarante canción sobre la adicción a la nicotina que obliga a sus víctimas a detener cualquier cosa que estén haciendo para calmar el mono (incluido hacer esperar a San Pedro en las puertas del cielo para echar un pitillito antes de pasar). La descubrí en la fenomenal antología de Bear Family “Dim Lights, Thick Smoke and Hillbilly Music

«Swamp Root»- Harmonica Frank Lloyd (1951)

Uno de los más curiosos hallazgos blues del catálogo de Sun Records.

All American Boy”- Bobby Bare (1958)

Basada en la entonces candente historia del joven Elvis Presley, la canción nos relata su ascenso y primeros éxitos hasta que recibió la llamada del tío Sam. Como curiosidad, el propio Dylan (con the Band) hizo una versión en las “Basement Tapes”.

«Talking World War III Blues«- Bob Dylan (1963)

La primera vez que me encontré con un “talking blues” fue en este largo tema de la segunda cara “The Freewheelin’Bob Dylan”,  uno de los escasísimos discos de “pop-rock” que había en la enorme discoteca paterna (los otros eran “Wish you Were Here”, “L.A. Woman”, “Who’s Next”, “Songs from Leonard Cohen”, “Blonde on Blonde”, el “Live” de Marley y los Wailers,  y un grandes éxitos de Simon & Garfunkel; todos ellos fundamentales en mi educación musical).

Dang Me”- Roger Miller (1964)

Como prueba de que el “talking blues” no es carne de historiadores y llegó a introducirse en las listas, tenemos el primer éxito del gran Roger Miller (el de “King of the road”), compuesto en cuatro minutos en un aparcamiento y en el que mezcla unos recitados muy talking blues con su irresistible instinto pop y unas gotas de jazz y “scat-singing”.

 Blaze Foley’s 113th Wet Dream” – Blaze Foley (1989)

Claramente inspirado en Bob Dylan, este simpático tema relata una fantasía erótica del “Mesías de la cinta aislante”. Tuve la suerte de conocer su música el año de su muerte, un par de décadas antes de su reivindicación global con documentales, tributos y reedición de sus discos. Su cinta “Live at the Austin Outhouse (and not there)” fue parte importante de la banda sonora de mi adolescencia.

«Talking New Bob Dylan«- Loudon Wainwright III (1992)

Hilarante parodia/homenaje al bardo de Minessota en su 50 cumpleaños.

La conciencia de la Jet del Chevrolet

Bienaventurados los que tienen a sus antepasados en el infierno” nos decía mi abuelo para transmitirnos que, para forrarse, es imprescindible hacer cosas que Dios no ve con buenos ojos y que, por esa razón, sólo los que han heredado la riqueza de pecados de generaciones anteriores pueden llevar una vida despreocupada.

Me acordé de sus palabras al fijarme por primera vez en la letra del clásico country “Satisfied Mind” que se basa exactamente en la misma idea: no envidies el dinero ajeno porque solo uno de cada 10 ricos tiene la verdadera riqueza: una conciencia tranquila.

Mi versión favorita es  la del último disco de Johnny Cash (el esencial “Ain’t No Grave”), que tiene una profundidad especial por cantarla alguien que ve muy cerca la muerte y se acerca tranquilo a ella.

Y , como contrapunto a la crepuscular meditación de Cash, traigo otra canción que también trata asuntos de clase pero desde una perspectiva mucho más festiva: Los amantes se enamoran en Roma (Georgia), se declaran en Atenas (Texas),  se besan por primera vez en Paris (Tennessee) y se chotean de los millonarios proclamando orgullosos lo felices que se sienten de no pertenecer a la jet set (sino a la jet del Chevrolet), de comer birra y perritos (en vez de entrecot y champán) y de escuchar a (Ferlin) Husky y a (Merle) Haggard (en vez de a Bach y Tchaicovsky).

La versión por excelencia  es la de George Jones y Tammy Wynette pero yo -que la conocí en el genial disco de duetos de John Prine “In Spite of Ourselves”- siempre la preferiré en las voces de Prine e Iris Dement.

Nota 1: Letra de “Satisfied Mind” (Red Hayes and Jack Rhodes)

How many times have you heard someone say «If I had his money, I could do things my way?» But little they know that it’s so hard to find One rich man in ten with a satisfied mind/Once I was winning in fortune and fame Everything that I dreamed for to get a start in life’s game Suddenly it happened, I lost every dime But I’m richer by far with a satisfied mind/Money can’t buy back your youth when you’re old Or a friend when you’re lonely or a love that’s grown cold The wealthiest person is a pauper at times Compared to the man with a satisfied mind/And when life has ended and my time has run out My friends and my loved ones I’ll leave, there’s no doubt But one thing’s for certain, when it comes my time I’ll leave this old world with a satisfied mind

Nota 2: Letra de “We’re Not the Jet Set” (Bobby Braddock)

By a fountain back in Rome I fell in love with you In a small cafe in Athens You said you loved me too And it was April in Paris when I first held you close to me Rome, Georgia, Athens, Texas And Paris, Tennessee/ No, we’re not the jet set We’re the old Chevro-let set There’s no Riviera In Festus, Missouri And you won’t find Onassis In Mullinville, Kansas No, we’re not the jet set We’re the old Chevro-let set But ain’t we got love/ No, We’re not the jet set We’re the old Chevro-let set Our steak and martinis Is draft beer with weenies Our Bach and Tchaikovsky Is Haggard and Husky/ No, we’re not the jet set We’re the old Chevro-let set But ain’t we got love No, We’re not the jet set We’re the old Chevro-let set The Prine and Dement set Ain’t the flaming suzette set Our Bach and Tchaikovsky Is Haggard and Husky We’re the old Chevro-let set But ain’t we got love

Maquinillos ochenteros

Frente a aquellos que descalifican globalmente la década de los 80 por hortera y plastiquera, lo habitual es recurrir a ejemplos de bandas que no se dejaron embaucar por sintetizadores y cajas de ritmos y siguieron haciendo buen rock’n’roll (Pixies, Husker Du…). Más difícil es reconocer que el sonido por excelencia de los 80 es el de los maquinillos, y que éstos generaron su propia estética, artificial y distante, a veces al filo de esa fina línea que separa lo hortera de lo sublime. Por eso, hoy he seleccionado algunos de esos “placeres culpables” por los que muchos enteradillos te despreciarían, pero que forman también parte de la banda sonora de mi vida. Algunas de estas canciones ni las poseo ni las pincharía en casa, otras son clásicos que siempre tengo a mano, pero todas ellas, con sus sintetizadores y sus ritmos pre-programados, cada vez que las escucho, me transportan mágicamente a la adolescencia.

Goodbye Girl”- Squeeze (1979) 

Una irresistible canción pop aderezada con el característico sonido de sintetizadores y percusiones programadas. Un ligue de una noche con desastroso final para el protagonista. Curiosamente, producida por John Cale.

Vienna”- Ultravox (1980) 

De ésta no conocía la autoría pero sí el pegadizo estribillo. Al escucharla varias veces este año- primero en un café, luego en un capítulo de la fantástica serie “The Americans”- tecleé lo que recordaba de la letra y me enteré de que era de Ultravox, de los que hace muchos años compré el vinilo “Ha Ha Ha”- de su época más experimental- que me dejó frío. Pero esta canción tiene algo.

O Superman”- Laurie Anderson (1981) 

“Big Science” me parece uno de los mejores discos de su década y aunque hay canciones que me gustan (aun) más que ésta, la idea de la lista es elegir canciones que tuvieron éxito. Contra todo pronóstico, esta canción de ocho minutos fue número 2 en las listas inglesas.

Only You”- Yazoo (1982)

Podría haber elegido alguna otra (“Walk Away from love”, “Don’t Go”…) porque a éstos sí los escuché a fondo en su día, pero el propósito de esta lista no es rescatar oscuridades sino explorar esa belleza que de tan obvia y omnipresente provoca rechazo. Todo un clásico de esta era.

Within Your Reach”- Replacements (1983) 

Esta no fue un éxito pero sí un ejemplo perfecto de como incluso una de esas bandas “auténticas” que no sucumbieron al sonido característico de su época que mencionaba en la entradilla, no dudó en recurrir a los maquinillos para dar forma a esta fantástica canción.

I Want to Know What Love Is”- Foreigner (1984) 

Aquí ya entramos en territorio peliagudo, con este ampuloso baladón carnaza de radio AM pero que posee una fuerza difícil de negar. El siempre ingenioso Dave Marsh, en su genial “The Heart of Rock and Soul. The 1001 Greatest Singles Ever Made” la califica de “Capilla Sixtina del cock-rock”, mientras que el caústico Robert Christgau resumió el primer disco de la banda con las siguientes palabras: «¿Has oído hablar de la Beatlemanía? Propongo la Xenofobia»

Tonight She Comes”- The Cars (1985) 

Éste fue su último éxito, y el único que viví en tiempo real. Después conocí sus primeros singles, que probablemente sean superiores, pero ésta cancioncilla pop -con sus muy ochenteros sintetizadores, coros, teclados, guitarras y percusión- siempre será especial.

“Tower of Song”- Leonard Cohen (1988) 

De su clásico “I´m your man”, my canción favorita del hombre es la demostración perfecta de que un maquinillo, una “golden voice” y un buen coro femenino pueden ser más que suficientes. La versión de youtube es del maravilloso directo “Live in London”, en el que por fin se le ve alegre con la vida.

Desfiles de personajes

Millones de canciones contienen alusiones a personajes reales o de ficción pero pocas basan su fuerza poética precisamente en que la acumulación de referencias acabe evocando un lugar, un tiempo o un estado de ánimo determinado. Aquí va una pequeña selección.

Wang Dang Doodle” – Koko Taylor (1965)

Este clásico compuesto por el gran Willie Dixon cuenta con infinidad de versiones desde que Howlin’ Wolf la grabara por primera vez en 1960. Mi favorita es ésta de Koko Taylor. Mike Rowe (el autor del genial libro “Chicago Breakdown” sobre el blues de esa ciudad) afirma que la canción deriva de “The Bull Daggers Ball” una antigua canción lésbica. Lo que parece claro es que la canción es una llamada a Automatic Slim, Razor Totin’ Jim, Butcher Knife Totin’ Nanny, Fast Talking Fanny, Cooda-Crawling Ray, Abyssinia Ned, Old Pistol Pete, Fats, Washboard Sam, Shaking Box Car Joe, Peggy, Colin Die para que se unan a una orgía.

Desolation Row”- Bob Dylan (1965)

Dylan tiene muchas canciones con muchos personajes (“Highway 61” sería otro buen ejemplo) pero ninguna con un repertorio semejante a esta epopeya de 11 minutos que asegura haber compuesto en un taxi: The Blind Comissioner, The Tight-Rope Walker, Cinderella, Bette Davis, Romeo, Caín y Abel, el jorobado de Notre Dame, el buen samaritano, Ophelia, Noé, Einstein, Robin Hood, Dr. Filth, el fantasma de la ópera, Casanova, Nerón, el Titanic, Ezra Pound, T.S. Eliot, cantantes de Calypso, pescadores y sirenas. (Desgraciadamente no está en YouTube la versión de estudio y aunque este sea el más celebre pirata de Dylan, lo es más por la salvaje sección eléctrica que por el inicial «set» acústico)

Sweet Soul Music”- Arthur Conley (1967)

El gran éxito de Arthur Conley es una irresisitible celebración del género (un poco como “American Pie” con el rock and roll). Compuesta y producida por Otis Redding a partir de una canción de Sam Cooke (“»Yeah Man»), por ella desfilan Sam & Dave, el propio Otis, James Brown, Wilson Pickett, y Lou Rawls. Do you like good music? Yeah, Yeah, Yeah (Por cierto, ésta fue la canción elegida por Peter Guralnick para titular la biblia del género)

Qualsevol Nit Pot Sortir el Sol”- Sisa (1975)

La primera canción que escuché en catalán con seis o siete años (ventajas de una infancia entre “progres”) sigue siendo una de mis favoritas. Aquella retahíla de superhéroes y personajes de cuento a los que el cantante iba dando la bienvenida (¿a una fiesta?) se me quedó grabada para siempre desde la primera vez que la escuché: Blancaneus, Pulgarcito, els tres porquets,Snoopy i el seu secretari Emili, Simbad, Ali Baba, Gulliver, Jaimito, Doña Urraca, Carpanta, Barba Azul, Frankenstein, L’Home-Llop, el Compte Dracula, Tarzán, La Mona Chita i Peter Pan, la senyoreta Marieta, els Reis d’Orient, Papa Noël, el pato Donald, Pasqual, la Pepa Maca, Superman, King Kong, Asterix, Taxi-Key, Roberto Alcazar i Pedrin, L’home del Sac, Patufet, Charlot, Obelix, Pinotxo, La Monyos, Ulises, Capitán Trueno, la fada bona, Ventafocs, Tom i Jerry, la bruixa Calixta, Bambi, Moby Dick, l’emperatriu Sissi, Mortadelo i Filemón, Guillem Brown, Guillem Tell, la Caputxeta Vermelleta, el Llop Ferotge, el Caganer, Cocoliso, Popeye. Casa meva es casa vostra (si és que hi ha casa d’algú).

Part Time Punks”- Television Personalities (1978)

Un cántico tabernario que satiriza el postureo (punks a media jornada) de la escena punk londinense donde la gente sólo baila pogo en el dormitorio cuando su madre no está, no compran singles que les gustan por no ser ediciones limitadas en vinilo rojo o no se lavan los dientes pero luego tienen pasta para ir a ver a los Clash. En la canción, además de personajes (Siouxsie and the Banshees, John Peel, los Lurkers o los Clash) aparecen también canciones (“Read about Seymour”), tiendas (Rough Trade) o lugares (King’s Road). Un pequeño clásico, con un mensaje todavía vigente.

Halloween Parade”- Lou Reed (1988)

Por el desfile de Helloween de Lou Reed pasan: un hada del centro, algunas reinas sureñas, Greta Garbo, Alfred Hitchcok, un semental jamaicano, cinco cenicientas, travelos encuerados, Crawford Davis, Cary Grant, Hiary, la virgen María, Johnny Rio, Rotten Rita, los Born Again Losers y los Lavender Boozers, un crack team de Washington Heights, los chicos de la Avenida B, las chicas de la Avenida D, Campanilla en elásticos, Peter Pedantic y Brandy Alexander. Una de las inolvidables canciones de su magistral “New York”.

Medio Hombre, un hombre, hombre y medio

La breve lista de reproducción de hoy recorre en tres pasos los dos estados de ánimo clásicos de la música negra, desde el «no soy nadie» hasta el «no hay quien pueda conmigo».

«Half a Man»- Howard Tate (1964)

El pobre Howard se siente un «mindundi» desde que su chica le dejó y llega a la conclusión de que «un hombre sin una mujer es sólo medio hombre».

«I’m a man»- Bo Diddley (1955)

El gran Bo Diddley inició su carrera con este bravucón single (en la otra cara el autoreferencial «Bo Diddley» con la primera aparición de su mítico ritmo),

…. y  Muddy Waters lo transformó en la inmortal «Mannish Boy«, una  (aún más) definitiva reivindicación de virilidad. «Soy un H-O-M-B-R-E». Para no extenderme, aquí está el enlace a un texto de Emilio de Gorgot en Jotdown en el que se analiza a fondo el tema, y derivaciones.

«A man and a Half»- Wilson Pickett

Y para chulo, Mr. Pickett, al que, en asuntos de amor, ser un hombre le parece poca cosa y se autocalifica como «Hombre y Medio» en esta canción -dirigida a una mujer a la que pretende llevarse al catre -en la que le cuenta como pájaros y abejas detienen su cortejo al verlo pasar y cómo hasta Shakespeare escribió sobre él antes de haber nacido y le advierte de que no deje escapar su única oportunidad de beneficiárselo. La canción también podría haberse titulado «Un hombre sin abuela«.


De esta actitud hay infinidad de variaciones, desde el reggae («I’m the toughest» de Peter Tosh o «Champion» de Buju Banton») hasta tantos raperos hinchados de «attitude» . Pero esa es otra historia…

Ladridos e Infidelidades

Cuando no había móviles en los que husmear en el registro de llamadas y mensajes, ni nanny-cams (cámaras ocultas en casa “para vigilar a la niñera”), el mejor amigo del hombre era también su mejor aliado para detectar infidelidades. Sus ladridos alertaban de que el gallito rojo (o pollita roja) de Howlin´Wolf, Sam Cooke o los Rolling Stones se acercaba peligrosamente al corral (“dogs begin to bark, hounds begin to howl…”).

Y cuando callaba, como el “How come my dog don’t bark when you come around” -que el olvidado Prince Partridge grabó en 1955 – su silencio delataba una sospechosa familiaridad con el visitante:
Que tampoco pasó inadvertida al gran Howard Tate que en “How Come My Bulldog Don´t Bark” (de su imprescindible “Get It While You Can” de 1967), se pregunta mosqueado por qué su perro, el más fiero de la ciudad, no ladra a Big Jim:
Tampoco Ted Hawkins, aquel músico callejero de Venice Beach que «triunfó» en Europa en su madurez, se explica la razón de que un perro que ladra al lechero, al cartero, al exterminador de plagas y que a él mismo casi le arranca la mano cuando le dio una costilla de barbacoa, ni se inmute ante las visitas de “ese hombre”. (En “Bad Dog”, mi favorita del lote, que por desgracia no está en youtube pero sí en sus lps “Happy Hour” y “Kershaw Sessions» y aquí). Y, para cerrar el círculo, aquí tenemos a Dr. John recuperando cuatro décadas más tarde, en su aclamado disco de homenaje a su ciudad «Goin’ Back To New Orleans«, la canción de Prince Partridge:

Las mujeres de…

El principal tema de las canciones populares es el amor y sus vicisitudes, y lo habitual es que se centren en una única persona -my baby, my gal, my girl…o my man (is such a handy man) -, pero existen algunas canciones en la que el cantante se dirige o refiere a las mujeres de un determinado lugar (así, en general). Aquí van cuatro hermosos y variados ejemplos:

“West Virginia Gals”-Al Hopkins & His Buckle Busters (1928)

Extraída del volumen póstumo de la fabulosa “Anthology of American Folk Music” de Harry Smith, la canción es un aviso a las mujeres de Virginia del Oeste de que no se casen con hombres de su estado (viven en cabañas, no se cambian los calcetines en todo el año…).

Por lo visto, está basada en otra canción anterior, “Free Nigger” (1841) del repertorio minstrel en la que se advertía a las chicas de Virginia que no se casasen con hombres de Carolina. ¡Pobres chicas de Virginia con tanta intromisión masculina!

“As mozas de Vilanova”- Coro Agrupación Artística Galega (1920’s)

Esta emocionante versión de una conocida canción popular gallega, por desgracia, no está ni en youtube ni en grooveshark, pero vale la pena rastrearla en el muy recomendable recopilatorio “The Music of Cuba 1909-1952” de Richard K. Spottswood. No deja de tener su gracia que investigando las raíces de la música cubana me encontrase con las mías propias.

“Wanawake Tanzania”- Salum Abdallah & Cuban Marimba Band (circa 1960)

Un nombre genial para un grupo genial que descubrí gracias a una de esas maravillosas recopilaciones de John Storm Roberts (“The Tanzania Sound”/“Dada Kidawa”). Sólo sé que el título significa “Las mujeres de Tanzania” y que me encanta.

“Las Caleñas Son Como Las Flores”- The Latin Brothers – (1975)

El fantástico grupo de Fruko (el de “y sus Tesos”), con Piper Pimienta como vocalista, hizo esta irresistible versión del clásico de Arturo J. Ospina celebrando a las mujeres de Cali.

(Y como propina…en la misma línea de alabar las virtudes de las chicas del pueblo de uno, ya compartí aquí hace tiempo la excelente “Les Brazzavilloises” de Franklin Boukaka)

«London Girl»- Pogues (1985)

De su fantástico EP «Poguetry in Motion»

Tonadas cerveceras

Una breve selección de canciones dedicadas al auténtico líquido elemento.

“There’s a tear in my beer”- Hank Williams (1951)

Un clásico perdido del gran Hank Williams -que en su día lo guardó en un cajón-posteriormente revitalizado como dueto póstumo con gran éxito por su hijo.

“Who drank my beer while I was in the rear?”- Dave Bartholomew (1952)

¿Quién se pimpló mi cerveza mientras estaba en el baño? Una pregunta que continúa siendo de la máxima actualidad formulada aquí por primera vez por esta leyenda del rhythm and blues de Nueva Orleáns.

“What made Milwaukee famous (has made a fool out of me)?”-Jerry Lee Lewis (1968)

Hay todo un sub-género de la música country al que llaman canciones “cry-in-my-beer” (véase la que abre la lista), en las que se llora un amor perdido o una vida echada a perder. Este es un buen ejemplo en el que el Killer relata como el producto estrella de Milwaukee – la birra –lo convirtió en un perdedor.

«Sunday Morning Coming Down»- Johnny Cash (1972)

Esta gran canción de Kris Kristofferson también trata de cervezas para desayunar -y de postre- pero, a diferencia de la de los Replacements (ver más abajo) no es el principio de una fiesta sino el relato del deprimente dia de resaca dominical de un alcohólico.

“Six-Pack”- Black Flag (1981)

No tengo nada que hacer pero con mi paquete de seis latas no te necesito para pasarlo bien. Junto a “Rise Above” y “TV Party”, uno de los grandes himnos de su debut en el que rebaten a los estirados practicantes del hardcore “straight-edge” (aquellos del “ni drogas-ni alcohol”).

“Sally MacLennane”- The Pogues (1986)

Una de las mejores canciones de uno de mis discos favoritos de siempre. No es directamente sobre cerveza, pero como en tantos temas de esta banda, abundan las referencias a cerveza y güisqui.

«Beer for breakfast»- The Replacements (1987)

Cerveza y doritos sabor barbacoa para desayunar. Un descarte de las sesiones de “Pleased to meet me” de lo más aprovechable en el que los Mats hacen una vez más honor a su fama de dipsómanos.

«Pabst Blue Ribbon»- The Untamed Youth (1989)

A los olvidados Untamed Youth les gusta su cutre cerveza local y la celebran dedicándole esta alegre tonada.

“Beer Run”-Todd Snider (2007)

Una simpática canción de Snider sobre una maratón cervecera. Este video en concreto grabado en una emisora de radio tiene la gracia de ver a los técnicos haciendo coros entusiasmados.

«Dennehy»- Serengeti (2008)

En su genial disco «Dennehy», el rapero Serengeti incluyó esta oda a su querido Chicago en la que va nombrando (por boca del personaje Kenny Dennis) todas sus cosas favoritas, entre las que está la ceveza O’Douls (que rima con Bulls)