Mientras escuchaba distraídamente el disco «Memorial» de Don Drummond, la delicada canción «Dearest» contrastó tanto con el fondo de vigorosos instrumentales ska con los Skatalites que lo hicieron célebre que tuve que levantarme para volver a pincharla (una y) otra vez hasta averiguar qué diablos era eso que me resultaba tan familiar pero que tenía la certeza de nunca haber escuchado antes.
Resultó que la familiaridad se debía, por un lado, a que se trataba de una composición de Bo Diddley -con cierto aire de familia con la irresistible «Crackin’ Up«- y, por otro, a que era una versión de Mickey and Sylvia -que evoca irremediablemente su inmortal «Love is Strange» (por cierto, también compuesta por Diddley)-. Pero esas voces, ese trombón y esa evocadora guitarra -por no hablar de esa dulce manera de tocar R&B yanqui propia de la música jamaicana anterior al reggae- conseguían ese característico milagro pop mediante el cual una tópica letra de amor y una tonadilla aparentemente inocua consiguen evocar un lugar o un estado de ánimo fuera del tiempo en el que, por un momento, desearías vivir para siempre.
De Dotty y Bonny apenas nada se sabe. Grabaron éste y algún otro tema para Duke Reid y se esfumaron para siempre.
Notas:
– Aunque se suele considerar a Mickey and Sylvia «one-hit-wonders», Mickey Baker es reverenciado en según que círculos como uno de los grandes guitarristas de la música popular, participó como músico de sesión en muchísimos clásicos R&B, y es autor del curso de referencia «Complete Course in Jazz Guitar» ; y Sylvia Robinson pasaría a la historia -entre muchas otras cosas- como creadora de una de las mejores canciones de la era disco («Shame Shame Shame«) y como fundadora de Sugarhill Records (y, por tanto, madre del hip-hop). Poca broma.
– Y su versión del tema es también preciosa:
– Hay también una excelente versión de Buddy Holly (de las «Apartment Tapes«):
El éxito internacional de músicas de culturas lejanas no empezó en los años 80 con el fenómeno “world-music”, ni en los 70 con el reggae, sino que se remonta al menos a principio del siglo XX, cuando el tango pasó de Broadway a los salones de baile y los vaqueros incorporaban los evocadores sonidos de las cuerdas hawaianas.
Fueron modas pasajeras, a diferencia del triunfo de la música cubana que- según John Storm Roberts– llegó para quedarse el 26 de Abril de 1930, el dia en que Don Azpiazu y su Havana Casino Orchestra abrieron su concierto en el New York Palace Theater con “Mama Inés” y llevaron al público al delirio con “El Manicero”, el “pregón” de un vendedor callejero – compuesto por Moisés Simons- que acabó convirtiéndose en el tema más popular de la música cubana.
El éxito fue tal que, en palabras del propio Azpiazu, “al cabo de una semana había una Havana Royal Orchestra, una Havana Novelty Orchestra y una Havana-Dios-sabe-qué”. Los compositores profesionales también tomaron buena nota y empezaron a proliferar los temas con arreglos cubanos (el mismísimo Gershwin compuso una “Cuban Overture”).
E, inmediatamente, empezó la incesante lluvia de versiones – de los California Ramblers a Louis Armstrong, de Duke Ellington a la Orquesta Casino de la Playa, de Django Reinhardt a la Star Band de Dakar, de Los Bantous de la Capitale a Laba Sosseh, de Chet Atkins a los Skatalites- que la han convertido en una de las pocas canciones auténticamente universales.
“The Peanut Vendor”- Don Azpiazu & His Havana Casino Orchestra (1930)
La primera versión de éxito, con el inmortal Antonio Machín como vocalista.
“El Manisero”- Rita Montaner (1928/1939)
La intérprete de la primera versión grabada del tema (1928), volvió a cantarlo en 1939 para la pelicula “Romance del Palmar”.
“The Peanut Vendor”- The California Ramblers (1930)
La primera versión norteamericana del tema fue la que me enganchó cuando la descubrí en el fabuloso recopilatorio “Pop Music. The Early Years 1890-1950”. Creo que sigue siendo mi favorita.
“El Manisero”- Django Reinhardt (1949)
Estupenda lectura instrumental de Reinhardt, Grapelli y compañia durante una estancia en Roma.
“The Peanut Vendor”- Chet Atkins & The Blue Boys (1964)
De Nashville a Oslo se baila la rumba (aunque se camufle con armonías vocales que parecen sonrojar a los propios intérpretes). Minutos 1:50 a 4:50 del video.
“El manicero se va”- Tchico Tchicaya & Afro Festival (70´s)
En el Congo flipaban con la música cubana y no podían faltar jugosas interpretaciones del tema, como esta de Tchicaya (o la de los Bantous de la Capitale). A los que les guste, les recomiendo rastrear su colaboración de 1979 con Lolo Lolita (“Jeannot”).
“Afromanicero”- El Hadji Faye & Etoile 2000 (1998)
La banda del antiguo compinche de Youssou N’Dour en Etoile de Dakar acompaña al salsero senegalés Laba Sosseh en esta curiosa versión africanizada.
“El Manisero”- Cuarteto Patria & Manu Dibango (1998)
Del exitoso encuentro intercontinental “Cubafrica” salió esta interesante versión.
“The Peanut Vendor”- Skatalites
También funciona de maravilla con ritmo ska cuando la interpretan maestros del género.
“Nu Bada”- Freddie McGregor (2004)
Y siguiendo con interpretaciones jamicanas, existe un curioso disco (“Peanut Vendor meets Bongo Nyah”) con varias versiones reggae del inmortal ritmo. Esta es un buen ejemplo de lo que da de sí la mezcla.
“The Peanut Vendor”- Len Lye (1933)
Preparando esta entrada, me encontré con esta inquietante pelicula experimental de animación basada en la canción, y que bien podría ser uno de los primeros videos musicales de la historia.
“Some of these days/Peanut Vendor”- Cary Grant & Jean Arthur (1939)
Y siguiendo con el cine, no podía faltar la lección musical que Jean Arthur le da a Cary Grant en “Only Angels Have Wings” que empieza con el clásico “Some of these days” y acaba con Cary Grant aullando “Peeeeeeeaaaaaaaaaaaaaanut”