La ciudad por la noche son esas luces que anuncian poco recomendables antros o forman un bello perfil luminoso que nos indica el camino a casa.
«Bright Lights, Big City«- Jimmy Reed (1961)
El bluesman más relajado de todos sufre porque las luces de la ciudad «se subieron a la cabeza de su chica» e intenta advertirle de que la llevarán a la perdición. Es también muy recomendable la desgañitada versión de un bisoño Van Morrison con los nunca suficientemente reivindicados Them.
«Harbor Lights«- Elvis Presley (1954)
En este pequeño clásico de los años 30 -lo primero que grabó Elvis nada más pisar los estudios Sun de Memphis- las luces del puerto que una vez anunciaron el reencuentro con la amada marcan ahora la separación definitiva.
«City Lights«- Ray Price (1958)
Hermoso tema country -cortesía del gran Ray Price- que asocia llas luces con los antros a los que acude la gente con el corazón roto.
«Dallas»- The Flatlanders (1972)
¿Has visto alguna vez Dallas desde la ventanilla de un DC-9 por la noche?
«City Lights» – Lou Reed «(1979)
Una oda a Chaplin rescatada de un disco menor de Lou Reed («The Bells») al que llevo enganchado una buena temporada (sobre todo a la inolvidable «All through the night» co-compuesta con Don Cherry) .
«New York Skyline» – Garland Jeffreys (1977)
El único músico tan perdidamente enamorado de Nueva York como su amigo Lou Reed compuso esta hermosa canción a mayor gloria de la silueta nocturna de su ciudad.
«Downtown Lights»- The Blue Nile (1989)
La canción más memorable de su disco «Hats».
«Big City» – Spacemen 3 (1991)
«Gran ciudad, luces brillantes, gente «cool», todos mis conocidos están allí» (una inversión total de la canción de Jimmy Reed). Spacemen 3 ya no eran a estas alturas un grupo más que en el nombre y hasta se habían repartido las caras del lp para no tener que verse las suyas. Aún así, crearon un gran disco («Recurring») que se abre con este clásico (que hasta los Simpson utilizaron en uno de sus episodios psicodélicos)
El blues, además de cantado, puede ser hablado, aunque entonces de blues le quede poco más que el nombre. Los “talking blues” se acercan más al country o al folk blanco que a lo que generalmente entendemos como blues (aunque éste sea algo tan difícil de definir). Yo me los encontré por primera vez entre los primeros discos de Bob Dylan, que los aprendió de Woody Guthrie (y John Greenland ) quien, a su vez, se inspiró en el olvidado Christopher Allen Bouchillon. Estos son algunos de mis favoritos:
“Smoke Smoke Smoke (that cigarette)”-Tex Williams (1947)
El gran Merle Travis y Tex Williams compusieron al alimón esta hilarante canción sobre la adicción a la nicotina que obliga a sus víctimas a detener cualquier cosa que estén haciendo para calmar el mono (incluido hacer esperar a San Pedro en las puertas del cielo para echar un pitillito antes de pasar). La descubrí en la fenomenal antología de Bear Family “Dim Lights, Thick Smoke and Hillbilly Music”
«Swamp Root»- Harmonica Frank Lloyd (1951)
Uno de los más curiosos hallazgos blues del catálogo de Sun Records.
“All American Boy”- Bobby Bare (1958)
Basada en la entonces candente historia del joven Elvis Presley, la canción nos relata su ascenso y primeros éxitos hasta que recibió la llamada del tío Sam. Como curiosidad, el propio Dylan (con the Band) hizo una versión en las “Basement Tapes”.
«Talking World War III Blues«- Bob Dylan (1963)
La primera vez que me encontré con un “talking blues” fue en este largo tema de la segunda cara “The Freewheelin’Bob Dylan”, uno de los escasísimos discos de “pop-rock” que había en la enorme discoteca paterna (los otros eran “Wish you Were Here”, “L.A. Woman”, “Who’s Next”, “Songs from Leonard Cohen”, “Blonde on Blonde”, el “Live” de Marley y los Wailers, y un grandes éxitos de Simon & Garfunkel; todos ellos fundamentales en mi educación musical).
“Dang Me”- Roger Miller (1964)
Como prueba de que el “talking blues” no es carne de historiadores y llegó a introducirse en las listas, tenemos el primer éxito del gran Roger Miller (el de “King of the road”), compuesto en cuatro minutos en un aparcamiento y en el que mezcla unos recitados muy talking blues con su irresistible instinto pop y unas gotas de jazz y “scat-singing”.
Claramente inspirado en Bob Dylan, este simpático tema relata una fantasía erótica del “Mesías de la cinta aislante”. Tuve la suerte de conocer su música el año de su muerte, un par de décadas antes de su reivindicación global con documentales, tributos y reedición de sus discos. Su cinta “Live at the Austin Outhouse (and not there)” fue parte importante de la banda sonora de mi adolescencia.
«Talking New Bob Dylan«- Loudon Wainwright III (1992)
Hilarante parodia/homenaje al bardo de Minessota en su 50 cumpleaños.
Dylan tiene canciones para dar y regalar y ésta, que grabó por primera vez en sus años mozos, la tuvo olvidada en un cajón hasta que decidió rescatarla para rellenar su “Greatest Hits Vol. II”. Pero, de algún modo, antes de aparecer oficialmente, la canción llegó a oídos de Elvis Presley quien, pese a descartarla para su disco góspel “How Great Thou Art” y esconderla en una de sus temibles bandas sonoras, la volvió inmortal. El propio Dylan calificó esta interpretación como “su más preciada grabación” o “la mejor versión de un tema suyo” (y las hay a miles). Unos años más tarde, Rod Stewart -ese escocés de voz rota al que su (escaso) gusto y su (enorme) amor por el dinero fácil impidieron tener una carrera a la altura de su talento- la retomó para su mejor disco, el fabuloso “Every Picture Tells a Story”, que es donde la escuché por primera vez. Tres grandes artistas, una gran canción. “Tomorrow is a long time”-Bob Dylan (1963)
“Tomorrow is a long time”- Elvis Presley (1966) Esta la encontré en mi disco favorito del rey (junto a sus singles para Sun), una fantástica recopilación de temas de amor ocultos en sus bandas sonoras llamada “A Valentine Gift for You” en la que deja claro que no es quien es sólo por “haber inventado el rock’n’roll” sino, sobre todo, por su capacidad para derretir corazones.
“Tomorrow is a long time”- Rod Stewart (1971) La primera que conocí y la más desgarrada del lote. Tal vez sea cierto aquello de que “the first cut is the deepest”.
Bo Diddley, pese a ser uno de los gigantes de la música negra del siglo XX, fenomenal guitarrista y cantante, compositor de un cancionero a la altura del de Leiber y Stoller o el de Chuck Berry y principal responsable –junto a James Brown- de la recuperación del énfasis rítmico característico de la música negra en la música pop, suele ser recordado únicamente como el creador del ritmo “Bo Diddley”. Sus contribuciones son mucho mayores*, pero incluso esa única “invención” debería bastar para asegurarle la inmortalidad.
Bo Diddley- “Bo Diddley” (1955)
Fantástico video de época con Bo y Jerome interpretando el tema que fue la cara A de su primer single (en la B estaba el inmmortal “I’m a man” que luego se apropió Muddy Waters).
“Calling all Cows”- The Blues Rockers (1955)
Frente a las habituales lecturas alegres del ritmo, vale la pena recuperar esta hipnótica canción de los olvidados Blues Rockers que tiene un regusto triste y perezoso que la hace muy especial. En el excelente recopilatorio “Southern Rhythm Rock. The Best of Excello Records vol. 2” la definen como “Bo Diddley atiborrado de calmantes”.
“Not Fade Away”- Buddy Holly (1957)
Tras versionar “Bo Diddley”, Buddy Holly consideró que dominaba los secretos de ese ritmo lo suficiente como para componer uno de sus grandes éxitos a partir de él.
“Willie and The Hand Jive”- Johnny Otis (1958)
El multifacético John Alexander Veliotes lo utilizó como base para su mayor éxito, y repitió el truco ese mismo año con el estimable “Crazy Country Hop”.
“Storm Warning”- Mac Rebennack (1957)
Aviso de tormenta. Un amenazador instrumental de un bisoño Mac Rebennack – antes de construir su personaje de Dr. John – demostrando que se defiende igual de bien a la guitarra que al piano. Le acompaña la flor y nata de la escena musical de Nueva Orelans de la época (Allen Toussaint, Lee Allen, Red Tyler…)
“(Marie’s the Name) His latest Flame- Elvis Presley (1961)
Camuflado de pop –como haría muchos años después George Michael con su “Faith”- aquí tenemos de nuevo el ubicuo ritmo.
“You Can’t Judge A Book By The Cover”- Bo Diddley (1962)
Una de mis favoritas del cancionero de Ellas McDaniel.
“Mona (I Need You Baby)”- The Rolling Stones (1964)
Y los maestros en adaptar la música negra para la juventud blanca no podían tardar en versionar a Bo (con el mismo ritmo, también hicieron el “Not Fade Away” de Buddy Holly). La incluyeron en su primer lp en Inglaterra.
“Mystic Eyes”-Them (1965)
Uno de los clásicos por excelencia de la infravalorada primera banda de Van Morrison. Posiblemente su más salvaje grabación.
“I Want Candy”- The Strangeloves (1965)
El ritmo también sirvió como base de este pequeño clásico de la música garajera.
“Magic Bus”- The Who (1968)
Los Who tomaron el ritmo y actualizaron su mensaje a la era psicodélica.
“Hateful”- The Clash (1979)
Aunque no sea evidente, tanto esta canción como “Rudie Can’t Fail” están basadas en el ritmo del abuelo Bo.
“How Soon Is Now”- The Simths (1984)
Y hasta un grupo tan inmune a los encantos de la música negra como los Smiths, recurrió al ritmo de marras en este tema, muy apreciado por sus fans.
“Hare Krsna”- Husker Du (1986)
En su ambicioso primer disco doble cabía todo, incluso una particular revisión del ritmo de Bo Diddley, oculta tras su característico manto de ruido guitarrero.
“Desire”- U2 (1988)
U2 en pleno trip de fascinación por la América profunda.
“Screwdriver”- The White Stripes (1999)
La antepenúltima apropiación de un ritmo que, a estas alturas, ya debería ser patrimonio inmaterial de la humanidad.
* Para una refutación completa del mito de que era hombre de una sola idea, nada mejor que escuchar de cabo a rabo y sin prejuicios la maravillosa “Chess Box” de Diddley y leer el fantástico ensayo de Robert Palmer (el crítico, no aquel romanticón pelma que contribuyó a amargarnos los 80) que la acompaña y en el que repasa la historia de este conjunto de ritmos desde África hasta la guitarra de Diddley y las maracas de Jerome (pasando por la habanera y los instrumentos de una sola cuerda-diddley bows!- de las plantaciones). El ensayo también aparece en “Blues & Chaos” (Scribner, 2009), la excelente recopilación de escritos de Palmer, que junto a sus clásicos “Deep Blues” y “Rock and Roll. An Unruly History” no debería faltar en ninguna biblioteca rockera que se precie.
Breve selección de canciones de temática navideña pero que se pueden escuchar perfectamente en cualquier momento del año. ¡Felicidades a todos!
“Christmas Spirit” -Julie Lee (1948)
Directamente desde Kansas City, arrancamos con un estupendo blues de la ignota Julia Lee (y sus hermanos).
“White Christmas”- The Drifters (1954)
De las tropecientasmil versiones de esta canción, siempre me ha gustado especialmente esta interpretación de los Drifters en la época en que los lideraba el gran Clyde McPhatter.
“Rockin´around the Christmas tree”- Brenda Lee (1958)
La pequeña señorita dinamita da título a esta recopilación navideña con este clásico.
“Run Rudolph Run” – Chuck Berry (1958)
Por una vez, la atención no se centra en Santa Claus sino en el currante reno Rudolph, (cuyo liderazgo está amenazado por Randalph) siempre dispuesto a correr para traer esa muñeca o esa “guitarra eléctrica de rock’n’roll” que harán felices a los niños.
“Please come home for Christmas”- Charles Brown (1961)
El pobre Charles está triste y solo echando de menos a su “baby” y deseando que vuelva para Navidad (o a malas, para Nochevieja)
“Jabulani Nonke” – Dark City Sisters (1960’s)
No tengo ni idea de lo que canta aquí este magnífico girl-group surafricano, excepto cuando felicitan jubilosamente al oyente: ¡Merry Christmas!
“I Saw Mommy Kissing santa Claus” -The Ronettes (1963)
Nedra, Estelle y Ronnie en una de las canciones que más me gustan del mítico disco navideño de Phil Spector, “A Christmas Gift for you”.
“Christmas (Baby please come home)” –Darlene Love (1963)
…y la portentosa Darlene (la de las Crystals, “Fine,Fine boy”, “Da Doo Ron Ron”…) en la única canción del disco compuesta por Spector (con ayuda de Ellie Grenwich y Jeff Barry)
“Blue Christmas” – Elvis Presley (1964)
Un estupendo masaje aural del rey.
“Back Door Santa” -Clarence Carter (1968)
A Clarence le llaman el Papa Noel de la puerta de atrás-que siempre deja abierta por si lo pillan in fragante- aunque sus regalos y visitas a las mujeres casadas no se limitan a la Navidad.
“Santa Claus is coming to town”-Bruce Springsteen (1975)
El villancico preferido del “Boss”. Salió como cara B de “My Hometown”, pero creo que lo sigue tocando con bastante frecuencia.
“Christmas in Hollis”- Run-DMC (1987)
A los raperos también les gusta la Navidad, aunque sus zapatillas de deporte no sean el calzado más adecuado para la nieve (ver video)
“Fairytale of New York”- The Pogues (1988)
Y para acabar, este clásico de los Pogues con la difunta Kirsty MacColl.
Nota:
Lista de reproducción completa (bueno, faltan las Dark City Sisters):
Retomando la analogía biológica, existe una tipología de aficionado a las artes que, en vez de venerar la etapa “clásica”, mitifica “los orígenes”. Su edad de oro no es la que corresponde a su adolescencia (ver post anterior) sino la de la infancia del género objeto de su devoción. Son los apóstoles de lo auténtico. Si les gusta el jazz, opinan que vamos cuesta abajo desde que Louis Armstrong dejó la banda de King Oliver. Si son rockers, todo se jodió cuando Elvis se fue a la mili. Si les gusta el blues, adoran la imagen del esclavo cantando desgarradoramente mientras recoge el algodón.
Quizá la formulación más clara que yo he visto de esta postura se encuentra en el prefacio de la segunda edición del excelente libro de Nick Tosches “Country. The twisted roots of rock’n’roll”. Tosches desarrolla la idea de la siguiente manera:
“Creo en el poder de los orígenes, una creencia en que, como lo expresa el Eclesiastés, “Lo que fue, eso será, Y lo que se hizo, eso se hará. No hay nada nuevo bajo el sol.”, en que lo que reclamamos como originalidad y descubrimiento no son más que aires y delirios de nuestra inocencia, ignorancia, y arrogancia; en que lo que se diga, fue dicho mejor- más poderosa, hermosa y puramente- hace mucho. La aurora de los dedos rosados de Homero es la más grande aurora de dedos rosados; la luna de dedos rosados de Safo, igual. No hay nueva sabiduría, sólo tontos que encuentran su camino a lo viejo; ni nueva poesía, sólo poetas tomando un aliento tan viejo como el tiempo”
Siempre me han interesado mucho “los orígenes” y cuando encuentro algo que me gusta mucho, intento conocer de donde viene. Pero creo que cada vez que “un tonto” con sensibilidad emprende su camino a lo viejo, vuelve de la excursión con algo nuevo.
NOTA:
Pese a haber pasado de crápula outsider de la crítica musical a convertirse en exitoso autor de best-sellers (!), nadie ha considerado oportuno traducir al español los grandes libros de Tosches sobre música. No he leído la biografía del killer Jerry Lee Lewis, ni la de Dino, pero recomiendo encarecidamente tanto el citado “Country. The twisted roots of rock’n’roll” como “Unsung heroes of rock’n’roll”. La traducción del fragmento citado es mía y si alguien se anima a publicar alguno de ellos, aquí estoy para lo que haga falta.