
Anoche me tropecé con otra reflexión sobre la dificultad de ver con ojos limpios:
«Recogido en el seto como una flor marchita, el nido no es más que una «cosa». Tengo derecho de cogerlo en la mano, de deshojarlo. Me vuelvo melancólicamente hombre de los campos y de los matorrales, presumiendo un poco del saber que transmito a un niño diciendo: «es un nido de paro». Así el viejo nido entra en la categoría de los objetos. Cuánto más diversos sean los objetos, más sencillo se hará el concepto. A fuerza de coleccionar nidos se deja a la imaginación en paz. Se pierde contacto con el nido vivo.»
Gastón Bachelard, «La poética del espacio» (1957)