Cuevas

CUEVA_ANDRE BLOC MEUDON

La caja es la metáfora por excelencia de la arquitectura moderna. Una caja cerrada, rectilínea, precisa y contenida. Una caja artificial, pura, pulida, fría y brillante. Una caja producida en serie, de bordes cortantes y que suele envejecer mal.

La cueva -un arquetipo arquitectónico alternativo- es abierta, tosca y de formas imprecisas. Está hecha con materiales naturales. Es oscura y apagada. Una pieza única, de bordes suaves, a los que la pátina y la corrosión enriquecen.

Fue, además, el primer lugar al que acudimos para protegernos de la naturaleza hostil y el lugar donde creamos las primeras imágenes. Y, tal como nos recuerda Rudofsky, no era el hogar de esos homínidos que con una mano blandían amenazadoramente un palo mientras con la otra arrastraban a su mujer por el cabello que fijaron en nuestra mente los cómics y dibujos animados, sino el lugar donde probablemente nació Jesucristo y donde habitaba gente pacífica con mejor olfato, mejor vista y cerebros más grandes que los nuestros.

En un origen, es una naturaleza que ocupamos pero, al humanizar el aire que contiene, pintando sobre sus paredes -como en Chauvet o Altamira- o construyendo la fachada que le falta -como en Setenil de las Bodegas-, convertimos esa naturaleza en arquitectura.

A veces las creamos artificialmente, excavando pacientemente las rocas que lo permiten, sean calizas –como en la Capadocia- o volcánicas -como en Masafra- o cavando el suelo que pisamos para construir auténticas ciudades subterráneas -como en Shensi o Kansu-.

La casa Elrod de John Lautner, la última morada de O’Gorman, la capilla de Bruder Klaus de Zumthor, las intervenciones de André Bloc en Meudon, de Manrique en Lanzarote, o esa cueva de luz que ideó Frei Otto para Mannheim nos recuerdan que mucho tiempo después de perder el recuerdo de nuestra primera casa, seguimos construyendo espacios que nos evocan aquella sensación primigenia de refugio. Venimos de la caverna y el eco de aquel espacio todavía resuena poderosamente en nosotros.

Bibliografía:

Félix de Azúa- “Inícuo paso primitivo” en “Autobiografía sin vida” (Mondadori, 2010). Este capítulo es un ensayo sobre las pinturas de Chauvet, que desmonta magistralmente la tradicional idea de considerarlas primitivas.

John S. Taylor- “Commonsense Architecture: A Cross-Cultural Survey of Practical Design Principles” (W.W. Norton & Company, 1983). Un pequeño clásico olvidado (magníficamente ilustrado a mano por su autor)

Bernard Rudofsky- “In praise of caves” en “The Prodigious Builders” (Harcourt Brace Jovanovich, 1977). El esencial desarrollo de lo esbozado en «Arquitectura sin Arquitectos».

Leonard Koren- “Wabi-Sabi para Artistas, Diseñadores, Poetas y Filosófos” (Sd edicions, 2010). Este curioso libro, en el que opone el cuenco a la caja, fue el que me dio la idea para esta breve entrada. Aún más interesante es «Desdiseñando el baño«, en la misma editorial.

6 comentarios en “Cuevas

  1. Quien, en mi opinión, entendió bien el sentido y la profundidad de la caja, tal como la expresas en este post (un post extremadamente inteligente), es el escultor español Jorge Oteiza. Conviene darse una vuelta por su obra prodigiosa donde las cajas «metafísicas» adquieren un valor más allá de lo estético y lo práctico. Un valor en el ser mismo del espacio que acoge las paredes de la caja: una espiritualización del aire que contiene. Oteiza me contó que cuando era pequeño, en la playa de Orio, excavaba un agujero en la arena donde se metía, y con las palmas de las manos haciendo un hueco miraba a través de él hacia el cielo: metiendo el cielo en una caja. Zumthor debe conocer las cajas de Oteiza.

  2. Muchas gracias por tu comentario (y el cumplido), Luis. Tengo pendiente conocer mejor la obra de Oteiza, pero la anécdota que compartes me ha parecido muy sugerente y, unida a su fama de escultor arquitectónico, me motiva a intentar cubrir esa laguna.
    Saludos!

  3. Es la primera vez que visito tu blog y he de decirte que me encanta, tanto la mezcla de temática música-arquitectura como la forma en la que escribes.
    Nos vemos por aquí Iago!

    Saludos.

  4. Muchas gracias! Me alegra mucho que te guste (y más la mezcla de temas, que creo que tira a bastante gente para atrás. El de hoy de los cowboys seguro que ha espantado a más de uno).
    Saludos!

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