Durante un paseo por la colonia San Rafael descubrimos el desvencijado Cine Ópera (1949) que en su día fue uno de los más importantes de la ciudad y acabó convertido en sala de conciertos de grupos «siniestros» hasta que cerró en 1998 tras una actuación de Bauhaus. La fachada decó -presidida por las dos figuras femeninas que portan las máscaras de la comedia y la tragedia- continúa siendo imponente en su decadencia pero, aunque ha habido algunas iniciativas para intentar devolverle el esplendor –como la de Michael Nyman, el ilustre vecino de la colonia Roma-, su deterioro continúa.
Hace un mes paseando por Madrid vi el Palafox clausurado, dicen que para hacer un multicine ¿? No pude dejar de acordarme del estreno de Goodfellas de Scorsese. En este enlace puedes ver todos, o casi todos, los cines cerrados en Madrid: sign of the times. https://madripedia.wikis.cc/wiki/Cines_desaparecidos.
Gracias por el enlace, Luis. En Barcelona sucedió exactamente lo mismo. Es una pena que ya no sean viables estas grandes salas y que la única forma de conservarlas sea trocearlas para convertirlas en multicines (bueno, hay uno en Buenos Aires muy bonito -el Ateneo- que convirtieron en librería, pero no creo que sea generalizable esa solución). Algunas tenían espacios realmente majestuosos.
Efectivamente es el signo de los tiempos que cada vez consumamos más audiovisual pero en formatos -y espacios- de menor calidad.
Lo del Ateneo de Buenso Aires es la mejor excepción de todas. Del cine a los libros, camino de retorno.
Los cines de la Gran Vía de Madrid eran espléndidos en proporciones y decoración, daba gusto entrar al Rex que ahora yace como una ballena varada.
Estos Iago ¡ay dolor! que ves ahora
campos de soledad, mustio collado
fueron en tiempos Itálica famosa…
¡Qué difícil no sucumbir a la tentación de la nostalgia y a la melancolía del fugit irreparabile tempus de Virgilio!