
El ensordecedor espectáculo de luz y fuego de su inauguración convirtió al edificio en cuya construcción trabajé los dos últimos años en un tótem en llamas del que resultaba imposible apartar la mirada y que provocaba el sentimiento sublime de estar asistiendo al asedio de una inexpugnable fortaleza maligna. Entre las cuñas publicitarias sobre la crucial contribución de la entidad a la prosperidad del país esperé en vano que un micro abierto nos atronase con las estentóreas carcajadas de un trajeado señor oscuro.
¿en qué lugar de Mordor está este coloso en llamas?
En la Ciudad de México
Muy bueno Iago, foto, comentario y símil cinematográfico!
Obrigado, Alexos!
Un satanazo en toda regla. SEMS!!!
hola!,
pensaba escribirte para comentarlo (lo vi por el pais digital), y ya escribiste tu!… 😉
Me alegro,,, y el siguiente paso?
Yo en una semana vuelvo a NZ por todo el año… 😉
Fuerte abrazo!
¿Lo hablamos el fin de semana?
Oye Iago, eres bueno ¿Lo sabes?
Muchas gracias, Emilio (y más si eres el Emilio que pienso, por la parte que te toca)