El ojo del arquitecto

En la hermosa exposición del arquitecto-con-cámara Alfonso López Baz encontramos impecables fotografías -en riguroso blanco y negro- de edificios de Siza, Niemeyer, Gehry, Toyo Ito o Luis Barragán.

Pero curiosamente, la imagen que más me intrigó fue la de una casa al borde del lago de Valle de Bravo con un aire misterioso e intemporal.

Podría ser alguna obra poco conocida de algún discípulo aventajado de Wright, o tal vez de algún exiliado centroeuropeo de la posguerra, aunque la serenidad que transmite hace pensar en un creador maduro, que ya ha superado la ansiedad por destacar y ya no busca más que la naturalidad. Alguien que aprecia la intimidad y la penumbra y que sabe combinar con sabiduría el hormigón con la mampostería y la piedra.

Cuando intento en vano rastrear más información sobre esta evocadora casa – y descubro con sorpresa que uno de los autores es el propio López Baz- pienso que tal vez sea mejor así. Que la imagen es aún más poderosa si sólo podemos imaginar lo que esconde.

2 comentarios en “El ojo del arquitecto

  1. É verdade, evoca a Frank Lloyd Wright em modo mais sombrio, o espírito dos mestres costuma tingir o seu tempo

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