Vista Zen

Eso tan curioso que sucede al aprender una palabra nueva- que de no ser consciente de su existencia pasas inmediatamente a encontrártela por todas partes- sucede también con las ideas.

Pierre Bonnard

Por ejemplo, la idea de que una vista es más poderosa cuando está enmarcada que cuando es indiscriminada, que aprendí de un comentario de Luís Barragán sobre la sobrecogedora experiencia de ver la cúpula de San Pedro por una mirilla, volví a encontrarla a las pocas semanas codificada como el patrón 134 (“Vista Zen”) del lenguaje de patrones de Christopher Alexander:

“Un monje budista vivía en una pequeña casa de piedra en las montañas. Lejos, muy lejos, estaba el océano, visible y hermoso desde las alturas. Pero no desde la casa misma del monje, ni desde el camino de acceso a ella. Sin embargo, frente a la casa había un patio rodeado por un grueso muro de piedra. Cuando uno llegaba, pasaba por un portón y atravesaba diagonalmente el patio hasta la puerta de entrada de la casa. En el extremo más alejado del patio había una hendidura en el muro, estrecha y diagonal. Al atravesar el patio pasaba por un punto en que su posición quedaba en línea con la hendidura y, por un instante, desde allí veía el mar. Luego dejaba de verlo en seguida y  entraba a la casa.”

 “¿Qué ocurre en ese patio? La visión del mar lejano está tan limitada que permanece viva para siempre. ¿Quién, después de disfrutarla, puede olvidarla ? Su poder no se desvanecerá. Incluso permanecerá viva hoy para ese hombre que habita allí y que la ha contemplado día tras día durante cincuenta años.” 

“He aquí la esencia del problema de cualquier vista. Es algo bello y uno quiere disfrutarla y beberla a diario. Pero cuanto más abierta es, cuanto más obvia es y más estridente, antes se desvanece. Gradualmente pasa a formar parte del edificio como el empapelado de las paredes; y la intensidad de su belleza ya no será accesible a los habitantes.” 

Y a los pocos días, en un texto del habitante de la casa en Moledo do Minho  (1964-1968) de Álvaro Siza me encontré las siguientes palabras:

“Mi padre decía que todos los que quieren hacerse una casa en la playa quieren ver el mar, es normal. Pero Siza explicaba que también era horrible ver el mar todo el día, mañana y tarde: quería crear un mundo distinto. Ahora nosotros decimos “por suerte decidimos quitar la vista”…y al final no hay nada sorprendente: la casa es interior porque representa un mundo aparte, efectivamente es una casa privada y funciona muy bien.”  Alexandre Alves Costa. Oporto 3 de Octubre de 1999

Casa Alves Costa_Fachada a las vistas potenciales

 Pero las cosas de arquitectura nunca son tan sencillas, y en una entrevista tres décadas más tarde, el gran maestro portugués hacía la siguiente reflexión:

“Una razón por la que mis primeras casas eran bastante cerradas, con un patio y pocas ventanas exteriores es porque estaban construidas en horribles periferias. Yo optaba en mis primeros años de actividad, al encontrarme en un contexto tan feo, por no abrir nunca las ventanas, intentaba crear una atmósfera autónoma en una casa, en una pequeña parcela. Después comprendí que era absurdo, porque era imposible hacer una selección y ser realista, porque cuando uno se adentra en una casa está también todo el entorno, bello o feo. Sobre esta realidad se debe trabajar.” 

Álvaro Siza, conversación con Alessandra Chemollo. Oporto, 2 de septiembre de 1994

Bibliografía:

-“A Pattern Language. Towns Buildings Construction”. Alexander, Ishikawa, Silverstein (Oxford University Press, 1977). Definición del patrón “vista zen”. El cuadro de Bonnard es el mismo que Alexander emplea como ilustración del patrón.

-“Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme, num. 159” (1983). Única fotografía que he encontrado de la única ventana al exterior de la casa Alves Costa. Desgraciadamente está tomada desde el exterior y no puede comprobarse si se ajusta al patrón de marras.

-“Álvaro Siza. Casas 1954-2004”. Alessandra Cianchetta/Enrico Molteni. (Gustavo Gili, 2004). Entrevista con Alexandre Alves Costa y fotografías actuales de la casa.

-“Álvaro Siza. Obra e Método” Jacinto Rodrigues. (Ed. Civilizaçao, 1992). Buenas fotografías de esta poco divulgada casa. 

– “Versión reducida. Fotografías de las obras de Siza, Souto de Moura y Távora”. Alessandra Chemollo. Ediciones Exposiciones. Origen de la cita final:

http://www.circulobellasartes.com/fich_libro/arch_fich_libro_16.pdf

11 comentarios en “Vista Zen

  1. nunca lo había pensado… es como tomar el helado mas rico del mundo todos los días cuando te plazca… en algún momento dejará de ser el mas rico del mundo para ser un simple helado… y otro día diremos «No! otra vez ese helado!» Creo que hay una variable económica sobre este principio. Cuanto mas consumes un bien, el placer que nos provoca disminuye en forma exponencial. Veo que con las vistas y las ventanas pasa algo similar. Notable… permiso, me voy para el post sobre Glass House y después vuelvo. Gracias Iago por esta bonita relfexión

  2. A mágia do enquadramento insólito, o poema das palavras díspares, a surpresa do achado inesperado, o poder do olhar renovado, a beleza aleatória: a necessidade do acaso de Monod.
    Morquintiam gostou.

  3. Hace mucho tiempo que no leo algo tan relajante sin que sea literatura ni palabras de amor.
    Eres estupendo !

  4. En sus últimos años de vida, cuando vivía en Alzuza, Oteiza tenía un estupendo paisaje, ya contaminado de cemento feo, frente a la ventana de su mesa de despacho. Cuando le dije lo agradable que era ver esas montañas y arboledas desde allí, replicó que el paisaje le estorbaba para sus pensamientos. Enlazo este recuerdo con «demasiada vista».

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